Reentierro de restos humanos de la comunidad Cerro Pintao de Las Mojarras en Rincón Chico

Reentierro de restos humanos de la comunidad Cerro Pintao de Las Mojarras en Rincón Chico

Un día histórico vivió el domingo 19 de marzo la comunidad originaria de Cerro Pintao de Las Mojarras, en Santa María, con la realización de una ceremonia de reentierro de restos humanos que habían sido encontrados en el sitio arqueológico Rincón Chico.

La ceremonia fue presidida por el cacique de la comunidad, Carlos Cruz y fue acompañada por la directora del Instituto Nacional de Pensamiento Latinoamericano (INPL), el director provincial de Antopología, Cristian Melián, la antropóloga y arqueóloga investigadora Leticia Rafaelli, entre otros.

A fines de 2022, se había realizado el hallazgo y rescate de los restos humanos, luego de que una lluvia derrumbara una construcción en el poblado histórico Rincón Chico, sitio considerado sagrado por la comunidad indígena del lugar.

Los restos fueron entregados a la comunidad a los pocos días del hallazgo, luego de haberles realizado algunos estudios, y respondiendo al pedido de la comunidad originaria que había quedado asentado en un acuerdo firmado oportunamente entre el encargado del museo Eric Boman de Santa María, la investigadora Leticia Raffaele, a cargo del equipo interdisciplinario de gestión y conservación del sitio arqueológico, y el cacique, Carlos Cruz.

 

Este domingo se concretó finalmente el reentierro en un sector del sitio donde no hay estructuras, en una sentida ceremonia de la que participó la comunidad, y que incluyó la presentación de ofrendas junto a la urna funeraria, realizada de forma artesanal por un integrante de la comunidad indígena.

“Llegamos acá a través de la normativa de nivel nacional que establece que los restos humanos que son hallados en excavaciones arqueológicas deben ser puestos a disposición de las comunidades indígenas que rodean a esos sitios arqueológicos”, explicó Leonor Acuña, directora del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano.

“Fue fortuito. A través de una lluvia que dejó a la vista restos humanos en el sitio, estos restos aparecieron y la comunidad con la que se está trabajando en estrecho contacto y coordinación, con el cacique Carlos Cruz, decidió que se iba a producir el reenterramiento de esos huesos y es lo que hicimos en una ceremonia organizada por la comunidad a la que fueron invitadas otras comunidades y autoridades de la provincia”, destacó Acuña.

“Este es un momento muy emotivo y gratificante desde mis sentimientos como autoridad indígena. En mi lugar donde nací y me críe nos encontrábamos con lugares donde la creciente destapa huesos, piezas arqueológicas de cerámicas, mis abuelos, mi madre nos enseñaba que eso tiene que respetarse, pero nunca me había tocado vivir este momento. Por eso digo que la misma naturaleza nos da los tiempos, fue algo muy gratificante”, valoró al tiempo que destacó el “trabajo de los profesionales de la arqueología” con lo que -señaló- trabajan “hemos llegado a tener una buena relación y a trabajar mancomunadamente”.

Por su parte, Leticia Raffaele, investigadora del sitio, destacó que “Rincón Chico es una localidad arqueológica en el Valle de Santa María, emblemática del periodo tardío, un pucará con sus chacras que tiene un valor arqueológico y patrimonial insondable, y que para la comunidad representa su lugar sagrado”, explicó

Raffaele.

También comentó que la decisión acerca del reentierro fue tomada junto a la comunidad de Cerro Pintao de Las Mojarras, con la que trabajan hace 5 años en un plan que contempla la conservación y patrimonialización del sitio: “Este es un momento histórico, fruto de este trabajo en conjunto con la comunidad y esta continuidad en la línea de intercambio de saberes y horizontalidad para tomar en conjunto las decisiones en relación a este lugar sagrado”, destacó la investigadora.

 

Cabe mencionar que la ley 25.517, sancionada en 2001, establece que “deberán ser puestos a disposición de los pueblos indígenas y/o comunidades de pertenencia que lo reclamen, los restos mortales de aborígenes, que formen parte de museos y/o colecciones públicas o privadas”. 

De igual forma, para realizarse todo emprendimiento científico que tenga por objeto a las comunidades aborígenes, incluyendo su patrimonio histórico y cultural, deberá contar con el expreso consentimiento de las comunidades interesadas.

El reentierro se logró en base a la coordinación entre la dirección provincial de Antropología, el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL) y la comunidad Indígena de Cerro Pintado - Las Mojarras.

 

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