“Había una única persona que cumplía tareas periodísticas –dijo-, el señor Gonzalo Pérez, comunicador social, con cinco años de antigüedad en la Agencia, que me ha manifestado que nunca tuvo un celular de la empresa, y que incluso había sido felicitado por su trabajo. Hacía crónicas, entrevistas, noticias. Me preocupa y me ocupa, me gustaría saber cuál ha sido la actitud como empleador de Télam”. En su informe, Rodolfo Pouzá -presidente de Télam- había dicho que la Agencia tenía “objetivos” que no pudieron cumplirse por “incumplimientos de los trabajadores”. Ginocchio, quien integra la Comisión de Legislación del Trabajo, recordó que “la relación de trabajo es una vinculación de dos partes, trabajador y empleador, ambos con derechos y obligaciones, regida por el principio de buena fe en esta relación. En el informe se menciona que había importantes incumplimientos y ausencias. Pero el empleador tiene responsabilidad en la organización y dirección del trabajo. Concretamente, el sujeto protegido es el trabajador que no impone condiciones, sino que cumple órdenes. Pregunto: ¿hubo instrucciones concretas respecto de un modo de trabajo? ¿Se tomó alguna medida ante esta situación que describen?”. Sobre este punto no hubo respuesta. La diputada añadió, sobre los 357 despedidos, que “el despido es la última decisión, y es dramática, porque hablamos de una persona que queda sin trabajo, él y su familia sufren las consecuencias. Sabemos que es muy difícil reinsertarse y que hay todo un proyecto de vida que se cae, quedan en una situación de desamparo, no sólo para él sino para toda su familia”. La reunión duró más de cuatro y terminó pasada la medianoche del miércoles. Fueron mayoría los diputados que cuestionaron los despidos en Télam, aunque también aparecieron temas como la independencia profesional de la Agencia, la credibilidad de la información frente al auge de las noticias falsas (fake news), y sobre todo el federalismo en la generación informativa que ahora está en riesgo.